El erotismo es un tema que durante muchos años fue objeto de diversas manifestaciones artísticas. Y si para relojes de bolsillo, tabaqueras y botones, la técnica adoptada para estas representaciones, fue la de la pintura de esmalte a fuego, dentro de dobles fondos o tapas especialmente diseñadas, para los bastones era en cambio el marfil tallado, el material preferido para las imágenes más atrevidas.
Las empuñaduras más desprejuiciadas se aplicaron a los bastones cuyo dueño, más que llevarlos en sus salidas o paseos, los mostraba a sus amigos. Mientras que también eran realizados bastones que sus empuñaduras, en apariencia normales, pero que ocultaban escenas con «alto contenido erótico» en su interior.